Arima Kosei es un prodigio del piano, y cualquier niño músico del mundo conoce su nombre, pero cuando su madre y también maestra fallece, se desmorona en mitad de un recital y desde ese momento es completamente incapaz de escuchar el sonido de su piano aunque no tenga problemas de oído. Dos años después, Kosei sigue sin tocar un piano y ve el mundo como algo monótono, sin color. Se conformaba con llevar una vida tranquila junto a sus amigos Tsubaki y Watari, al menos hasta que una chica lo cambia todo: Miyazono Kaori.