A medida que los ciudadanos de un pueblo aislado mueren en cantidades alarmantes, el médico jefe intenta desesperadamente salvarlos, pero sus esfuerzos son en vano. El pánico y la desilusión cunden cuando los cadáveres de sus seres queridos se levantan de la tumba con una sed insaciable de sangre humana. Inquietante y alucinógena, Shiki se adentra en los corazones de cazadores y cazados, y desdibuja la línea que separa al hombre del monstruo.